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¿Cómo obtener el color de las hojas?

Ayer os hablé sobre cómo las hojas obtienen su color a lo largo de las estaciones y los elementos que intervenían en este proceso. Nosotros en casa (siempre con la ayuda de un mayor), podemos hacer un proceso para emular y conseguir que las hojas cambien de color. Vamos a echar un vistazo a los materiales que debemos tener a mano.

Materiales:

Hojas
Frascos pequeños con tapa (los de comida de bebés son ideales)
Alcohol medicinal de 96º
Filtros para café de papel
Olla baja
Agua caliente del grifo
Cinta
Lápiz
Etiquetas
Cuchara o cuchillo plástico
Reloj

Instrucciones

1. Recoge dos o tres hojas de varios árboles diferentes. Rasga o corta las hojas en pedacitos pequeños y ponlos en frascos pequeños etiquetados con el nombre o ubicación de cada árbol.

2. Agrega suficiente alcohol a cada frasco para cubrir las hojas. Usando un cuchillo plástico o cuchara, aplasta y presiona cuidadosamente las hojas en el alcohol.

3. Cubre los frascos con sus tapas o una envoltura de papel de cocina plástico o metálico. Colócalos cuidadosamente dentro de una fuente que contenga dos o tres centímetros de agua caliente del grifo.

4. Mantén los frascos en el agua por al menos una media hora, o más de ser necesario, hasta que el alcohol tome color (cuanto más oscuro, mejor). Gira suavemente cada frasco cada cinco minutos. Reemplaza el agua por nueva agua caliente si ya se ha enfriado.

5. Corta una tira larga y delgada de papel de filtro para café por cada frasco con hojas y escríbele su nombre correspondiente.

6. Saca los frascos del agua y destápalos. Coloca una punta de la tira de papel de filtro dentro de cada frasco, dejando el nombre al otro lado. Dobla el lado del nombre sobre el borde y asegúralo con cinta, para que no se corra.

7. El alcohol viajará por el papel, llevando el color consigo. Después de 30 a 90 minutos, o un poco más, los colores viajarán diferentes distancias hacia arriba del papel a medida que el alcohol se evapora. Entonces podrás ver distintos tonos de verde y, posiblemente, algo de amarillo, naranja o rojo, dependiendo del tipo de hoja.

8. Saca las tiras de papel, déjalas secar y tendrás las distintas gradaciones y tonalidades de los árboles escogidos.

¿Qué pasó?

La banda ancha de color verde corresponde a la clorofila que se encuentra en las hojas y es la principal responsable de la fotosíntesis. Las otras bandas son de los pigmentos accesorios de dicha fotosíntesis, que no eran visibles porque la clorofila, mucho más abundante, los enmascaraba.

Otras ideas

También es posible, una vez terminado de extraer el color dentro del alcohol, utilizar este con un pincel o algodón para pintar en un papel. Una vez seco, quedarán los colores naturales de las hojas escogidas.

fuente: buenvivir.org

 

El color de las hojas de los árboles

Ahora que ha llegado el otoño, seguro que si paseas por la calle podrás encontrar infinidad de hojas caídas de muchos colores, desde el verde intenso, pasando por el amarillo, hasta el rojo. Esos colores tienen un por qué.

Durante la primavera y el verano, las hojas tienen un color verde gracias a la clorofila, un pigmento que les ayuda a recoger la energía de la luz solar. En otoño llegan días más cortos, con menos cantidad de luz y los árboles pasan a un modo de ahorro de energía para sobrevivir al invierno, produciendo menos clorofila. Esto hace que la clorofila convierta la luz solar en azúcares por medio de la fotosíntesis.

Las 4 estaciones del otoño

Cuando la clorofila disminuye, las hojas reflejan los residuos de los pigmentos que habían estado ahí todo el tiempo. Estos pigmentos son los encargados de proteger las hojas del exceso de luz solar. Son los mismos que le dan el color a las zanahorias, como el carotenoides (color amarillo) o la antrocinina (color rojo).

El color de las hojas tiene muchoq ue ver con la temperatura de un lugar. Por ejemplo, en las montañas las temperaturas más frescas ayudan a mantener el color de las hojas por más tiempo. En lugares secos sin embargo, las hojas caen rápidamente y se tornan de un color marrón rojizo.

Te voy a contar antes de despedirme por hoy, una bonita historia sobre el comienzo del otoño.

La breve historia de cómo el otoño empezó

 

El mago de Oz – Episodio 4 “Viaje a la Ciudad Esmeralda”

Dorothy y sus nuevos amigos ponen rumbo hacia la Ciudad Esmeralda, allá donde se esconde el Mago de Oz.

Parte 1

Parte 2

 

La piel de plátano

¿Cuántas veces has visto escenas de dibujos animados en las que alguien se resbala y cae al suelo por una piel de plátano?

Es cierto que la piel de plátano resbala, pero mucho más un kiwi o un trozo de tomate aplastado en el suelo, porque sueltan líquido al pisarlos y entonces se deslizan.

Como en los gags de los cómics o del cine mudo quedaba poco presentable poner una caca con la que resbalasen los personajes de la historieta, se eligió la piel de plátano, por ser mucho más decorativa y oler mejor. Desde entonces se convirtió en un elemento importante, sobre todo en los dibujos animados, donde millones de niños se han partido de risa al ver caer a alguien.

Os dejo un cuento escrito por Ana Ruis Burruecos González titulado «El ratón que comía plátanos».

EL RATÓN QUE COMÍA PLÁTANOS

Erase una vez un ratón que tiraba las pieles de plátano en la hierba y los animales se escurrían.
Un día, volvió a tirar la piel de plátano al suelo y, un elefante que pasaba por allí, se escurrió y se cayó de culo. Se sintió mal porque se había hecho mucho daño en la trompa y en el culo.
Otro día, el ratón volvió a tirar la piel de plátano desde la rama de un árbol a la que había subido para recoger el plátano que le regalaban los monos amigos. Estaba sentado en la punta de una rama comiendo su plátano gigante, tiró la cáscara mientras pasaba por allí un rinoceronte muy contento porque iba a beber agua a la charca y se escurrió con la piel de plátano; se chocó con un árbol y su cuerno a travesó el tronco del árbol.
Otro día, volvió a tirar la piel de plátano cuando pasaba un león corriendo muy contento porque su melena le hacia cosquillas y, pisó la piel de plátano, se cayó de cabeza y se rompió los dientes, destruyendo el hormiguero de las hormigas, las pobrecillas salieron disparadas.
Esa tarde, el ratón estaba sentado en una hoja y volvió a tirar la piel de plátano sin ver que pasaba un jirafa que corría muy rápido porque iba a ver a sus amigos y a su novio JIRAFO. No vio la piel de plátano y la pisó. Tropezó y se le liaron las patas y se fue al suelo la pobrecilla; se dobló el cuello.
Vinieron entonces todos los animales que estaban enfadados con el ratón porque se portó muy mal tirando las pieles de los plátanos al suelo.
_¿Por qué haces esto? Mira como estamos:
El elefante tiene la trompa liada.
El rinoceronte tiene una herida en la cabeza y lleva todavía un trozo de árbol pinchado en el cuerno.
El león se ha quedado sin dientes y no podrá comer más y no podrá ni gruñir más.
La jirafa tiene el cuello vendado porque se lo dobló.
Los animales lo miran con malas caras y el ratón se siente mal y le entra miedo. Pisa una piel de plátano y, se escurre. Todos se ríen porque ha tenido su merecido. Ha tenido un accidente porque no la ha visto y se cayó de culo.

 

Los Cinco y el Tesoro de la Isla

Los Cinco y el Tesoro de la Isla es el primero de una saga titulada Los Cinco (The Famous Five) de 21 libros escritos entre 1940 y 1960 por la joven escritora Enid Blyton.

Trata de las aventuras de dos chicos, dos chicas y un perro: Julian, Dick, Anne que son hermanos, su prima Georgina y el perro llamado Tim que se enfrentan a numerosos misterios de robos, desapariciones, secuestros, búsquedas de tesoros…

George (Georgina) Kirrin: Georgina, que prefiere que la llamen George, es una chica que lleva el pelo muy corto, se viste y se comporta como un chico. A menudo la confunden con uno, cosa que le encanta. Es cabezota, leal, valiente y, como su padre Quintin, tiene un temperamento fogoso. Enid Blyton reconoció antes de su muerte que se inspiró en ella misma para el personaje de Georgina.

Julian Kirrin: es el mayor de los cinco, primo de George y hermano de Dick y Anne. Es un chico inteligente, con don de gentes y un líder natural. Su tía Fanny alaba a menudo su agudeza y su fiabilidad.

Dick (Richard) Kirrin: hermano de Julian y Anne, es un año menor que él y un año mayor que su hermana. Tiene un temperamento bromista, aunque en ocasiones es ingenioso y reflexivo. Tiene el cabello moreno, lo que hace que en algunas ocasiones se le confunda con George.

Anne Kirrin: Anne es la pequeña del grupo. Blyton la describe como dulce, casera, femenina y con un impulso natural por cuidar de los otros. No le gustan las aventuras a las que los Cinco deben enfrentarse constantemente, pero permanece siempre al lado de los otros. Durante gran parte de la serie es el personaje más vulnerable a quien los demás deben proteger (en una ocasión se tuerce un tobillo y sus hermanos tienen que arrastrarla en una huida mientras Georgina y Tim plantan cara a los villanos de turno). Pero en el último título de la serie es capaz de hacer eso mismo ella en análoga situación y la autora comenta que se ha vuelto un tigre.

Timothy (Tim, Timmy): es el perro mestizo de George y la mascota no oficial del grupo. Timmy es muy listo, afectuoso y absolutamente fiel a su gente, en particular a George, a quien casi siempre obedece. Timmy está dispuesto a atacar a otras personas si George se lo ordena, y aporta protección física a los niños en múltiples ocasiones. George adora a Timmy y siempre cuida de él. En el primer libro de la colección, el padre de George le había prohibido tener a Timmy en casa y ella se veía obligada a esconderlo, pero al final del libro, los padres permiten que se quede.

Todos los personajes son amables, justos, aunque cada uno tiene su personalidad particular, sobre todo Georgina, las más rebelde del grupo.

La primera aventura se escribió en 1942 y sirve como punto de encuentro entre los hermanos Dick, Anne y Julian que llegan de vacaciones forzosas, debido al viaje de su padre a Escocia, a la isla de Kirrin, propiedad de sus tíos Quentin y Fanny. Allí conocen a su prima Georgina, con la que tienen muchos problemas al principio, y a su perro Timothy, al que tiene escondido para que su padre no lo vea.

En la isla de Kirrin hay un enorme castillo que invita a ser explorado y una tormenta saca a flote un antiguo barco que queda encallado, dentro del cual hay un mapa que indica que en la isla hay un tesoro escondido. Pero al llegar a casa se encuentran con que Quentin y Fanny han decidido vender la isla.

Un libro que no podeís dejar pasar. A leer…

Estos son los 21 libros disponibles en las librerías y bibliotecas para que pases ratos muy divertidos con Los Cinco: (están por orden de lectura)

  • Los Cinco y el tesoro de la isla (Five on a treasure island,1942)
  • Otra aventura de Los Cinco (Five go adventuring again, 1943)
  • Los Cinco se escapan (Five run away together, 1944)
  • Los Cinco en el cerro del contrabandista (Five go to Smuggler’s Top, 1945)
  • Los Cinco en la caravana (Five go off in a caravan, 1946)
  • Los Cinco otra vez en la Isla de Kirrin (Five on Kirrin Island again, 1947)
  • Los Cinco van de camping (Five go off to camp, 1948)
  • Los Cinco se ven en apuros (Five get into trouble, 1949)
  • Los Cinco frente a la aventura (Five fall into adventure, 1950)
  • Un fin de semana de Los Cinco (Five on a hike together, 1951)
  • Los Cinco lo pasan estupendo (Five have a wonderful time, 1952)
  • Los Cinco junto al mar (Five go down to the sea, 1953)
  • Los Cinco en el páramo misterioso (Five go to mystery moor, 1954)
  • Los Cinco se divierten (Five have plenty of fun, 1955)
  • Los Cinco tras el pasadizo secreto (Five on a secret trail, 1956)
  • Los Cinco en Billycock Hill (Five go to Billycock Hill, 1957)
  • Los Cinco en peligro (Five get into a fix, 1958)
  • Los Cinco en la granja Finniston (Five on Finniston Farm, 1960)
  • Los Cinco en las Rocas del Diablo (Five go to Demon’s Rocks, 1961)
  • Los Cinco han de resolver un enigma (Five have a mystery to solve, 1962)
  • Los Cinco juntos otra vez (Five are together again, 1963)
 

Petete, ¿por qué las cebras tienen rayas?

Algunos os habreis hecho esta pregunta muchas veces, e incluso otra más divertida: ¿las cebras son blancas con rayas negras o son negras con rayas blancas? Uy qué lio, ¿verdad?

Pues las cebras son negras y tienen rayas blancas por varios motivos. Si se tienen en cuenta los pigmentos de la piel tanto de animales como seres humanos del continente africano, veremos que la gran mayoría tienden a tonos oscuros. Es muy complicado para un ser vivo sobrevivir al sol abrasador de África si no es de piel oscura. Además, las cebras recién nacidas no tienen rayas y son negras.

En cuanto a la utilidad de las rayas, se cree que sirve como medio de camuflaje. El principal predador de cebras en la sabana africana son los leones. Los leones son daltónicos y no distinguen el color verde de la hierba, de esta forma las rayas verticales que las cebras tienen en la cabeza se confunden con la hierba alta y pasan desapercibidas.

Otra utilidad es que las cebras van en manada siempre. Los leones suelen elegir una presa antes de atacar. Puesto que las cebras van en grupo, la cantidad de rayas confunden al predador y le hacen imposible elegir una presa, para él será una masa confusa que se mueve a la vez, malgastando energía.

Las rayas también tienen una función social que las ayuda a distinguir a cada individuo, de hecho, las cebras que nacen sin rayas son apartadas del grupo.

No hace mucho se descubrió otra función para las rayas de las cebras, como medio para confundir a la mosca tsé-tsé chupadora de sangre.

Hay una leyenda africana, de alguien que intentó dar una explicación a las rayas de las cebras:

Hace mucho tiempo, las cebras no tenían las rayas blancas y negras que tienen hoy en día, sino que eran todas blancas. Cuando veían una cebra, algunos decían que se trataba de un cruce entre un caballo de color blanco y un burro, o quizás una mula. En aquel tiempo, la gente todavía intentaba domesticar a los caballos salvajes para poder cabalgarlos y lucirlos delante de todo el mundo, pues eran muy bellos.
Las cebras tenían otro nombre porque eran diferentes de los caballos y las mulas. Pero era muy difícil capturar y entrenar una cebra. Un día, una cebra que todavía era muy joven se perdió y acabó dentro un poblado. La gente empezó a mirarla y a cuchichear, pensando como podrían capturarla.
La cebra se asustó, y se dio cuenta de lo que le querían hacer. Empezó a correr mientras la gente entraba a casa a buscar una red para cazarla. Corrió y corrió, hasta que finalmente tuvo una idea. Encontró un bote de pintura negra y lo tumbó; la pintura se esparció en muchas rayas onduladas. La cebra se revolcó hasta que las rayas se le quedaron pintadas en el cuerpo, pensando que así quedaría fea y la gente no la querría capturar.
La gente del pueblo la encontró, y vio lo que había hecho. Como pensaban que ya no era bella con todas aquellas rayas negras sobre el pelaje, la soltaron. Pronto, todas las cebras empezaron a hacer lo mismo para que la gente no las molestara. Con el paso del tiempo, ya no les hizo falta hacerlo, pues empezaron a nacer de esta manera. Pero ahora las rayas las hacían bellas.
 

El mago de Oz – Episodio 3 “Aventuras en el camino amarillo”

Comienzan las primeras aventuras en el camino de baldosas amarillas en busca del Mago de Oz.

Parte 1

Parte 2

 

Wombat

Si tratases de ver un wombat cerca de tu casa, a no ser que estés viendo algún documental en la tele donde salgan o que vivas en Australia, será prácticamente imposible.

Los wombat son marsupiales australianos, como los koalas o los canguros y tienen la apariencia de ositos pequeños con patas muy cortitas. Es muy difícil verlos a la luz del día, porque principalmente son seres nocturnos que salen a buscar su comida a esas horas, aunque no necesariamente, también se les ha visto de día. Es por eso que son menos conocidos y se habla menos de ellos que de otros marsupiales. Viven en madrigueras que ellos mismos cavan con sus garras.

Wombat

Entre su alimentación se encuentran hojas y raíces y son seres con un metabolismo muy lento, es decir, que cuando comen, tardan mucho tiempo en procesar esos alimentos, en hacer la digestión. Pueden tardar hasta 14 días en hacer la digestión.

 

¿Cómo hacer una pajarita de papel?

Hacer una pajarita de papel es parte del origami, un arte de origen japonés de plegado de papel para formar figuras y que también es conocido como papiroflexia.

No todo el mundo sabe hacer pajaritas de papel, así que hemos de solucionarlo con un video y unas ilustraciones para que lo tengas claro. Observa cuidadosamente cada uno de los pasos y no te pierdas ni uno solo de los pliegues de papel, que son muy importantes.

Pajarita de papel

 

La pajarita de papel

Frente a la plaza, piedra gris sobre piedra gris, se alzaba el castillo del rey. El castillo tenía dos torres almenadas, un gran escudo con una flor de lis y un mirador.

Pajarita de papel

Por el mirador se asomaba la cara pecosa de la princesa y sus trencitas coloradas.. También se asomaba su linda mano, cuando saludaba a Juan Luis, el vendedor de pajaritas de papel.

Cada vez que Juan Luis veía a la princesa en el mirador, se olvidaba del precio de sus pajaritas, tropezaba con los bancos de la plaza y se caía en el agua del surtidor. Eso, porque Juan Luis estaba enamorado de la princesa.

¿Y la princesa quería a Juan Luis? La princesita había jurado y jurado que no se casaría más que con Juan luis. Esto, claro, en cuanto ella cumpliera los quince años y Juan Luis los dieciséis.

Lástima que a la princesa se le había olvidado contárselo a su padre, el rey. Y, el rey, con la corona metida hasta las cejas, se pasaba el día y la noche hundido en los almohadones de su trono, pensando y pensando con quién casaría a la princesa.

-La casaré con el sabio más sabio del reino -se decía-. Pero enseguida recordaba que el sabio más sabio era el astrólogo real. Y el astrólogo real era un viejecito con una barba tan larga, que para llevársela no bastaban los siete servidores que caminaban junto a su lado.

-No. Con el más sabio no podrá ser -decidía el rey-. Casaré a la princesa con el más fuerte. Y ya iba a llamar a la princesa para decírselo, cuando recordó que el hombre más fuerte, pero más fuerte de todo el reino, era su escudero. Y su escudero tenía que beber el agua directamente del río porque los jarros se abollaban entre sus gruesos dedos, y tenía que estornudar a campo abierto para que las torres del castillo no se derrumbaran con el estruendo.

-No, con el más fuerte tampoco podrá ser -resolvía el rey, pensándolo mejor-. La casaré con el más bueno. Y ya iba a llamar a la princesa para anunciarle con quién se casaría, cuando alcanzó a ver, por la ventana del castillo, al más bueno, pe más bueno de todos sus súbditos, paseando por la calle. Tan bueno era aquel súbdito, que los gorriones se posaban en él sin ningún temor, sobre sus hombros, sobre su cabeza… y así, apenas si se veía aquel buen hombre siempre cubierto de pájaros.

-No. tampoco ese puede ser mi yerno -pensó el rey-. No podría ponerse la corona sobre la cabeza. Ya todos los gorriones del reino están en ella.

Pero tanto se revolvió y revolvió el rey sobre su trono, y tantas tacitas de café le alcanzó su mayordomo real, que al fin dió con una idea que lo dejó satisfecho. entonces dejó sus almohadones y corriendo por las escalinatas del castillo, cruzó a la puerta y salió a la calle. Y cuando estuvo allí, con un pedazo de carbón escribió sobre el muro de piedra gris:

Orden del rey

La princesa se casará con quién sea capaz de hacer lo más maravilloso del reino.

El primero que leyó el anuncio del muro fue Juan Luis. ¡Y casi se echa a llorar! Porque él, Juan Luis, sólo sabía hacer pajaritas de papel.

La pena lo acompaño todo el día y lo acompañó toda la noche, cuando sentado frente a su mesa, plegaba papeles de colores y armaba las pajaritas para venderlas a la mañana siguiente. Y tanta era su pena, que eligió entre todas las hojas una muy blanca y con su mejor letra escribió en ella:

“Princesita: Sólo sé hacer pajaritas de papel. Pero te quiero mucho.

¿Te casarías conmigo? Juan Luis”.

Después, desplegando la hoja escrita, Juan Luis hizo una hermosa, muy hermosa pajarita, y la echó a volar por la ventana.

La pajarita de papel voló y voló en la oscuridad. Y mientras volaba, se decía: -Tengo un mensaje que llevar-. Pero por más que volaba y volaba, no encontraba el castillo, perdido entre las sombras, y así tuvo que posarse en una rama, a esperar la salida del sol.

Con los primeros rayos de luz, la pajarita vio acercarse una alta figura. Era el gran general, que venía marcando el paso, con su escopeta al hombro.

-Seguramente, el gran general va al castillo -pensó la pajarita-. Me posaré en su escopeta y llegaré al castillo, junto a él.

Y se posó en la escopeta. ¡Pero el general no iba al castillo! Iba a la lechería, a tomar café con leche, con su amigo en capitán.

Cuando el capitán lo vio entrar a la lechería, con la pajarita en la escopeta, creyó que el gran general la había cazado y exclamó lleno de admiración: -Te felicito gran general. Eres el mejor cazador del mundo.

El general se puso muy orgulloso, porque la verdad era que hasta entonces solo había cazado mojarritas, pinchándolas con su espada. Y tan orgulloso estaba, que estiró la mano para atrapar la pajarita y mirarla mejor.

Pero la pajarita de papel echó a volar y se escapó.

Cuando la pajarita llegó a la calle, buscó y buscó el camino al castillo. pero estaba desorientada y no pudo encontrarlo por ningún lado. En eso vio venir a la reina, que volvía de comprar buñuelos para el desayuno del rey.

-Seguramente la reina vuelve al castillo -pensó la pajarita-. Y de un solo vuelo fue a posarse en el sombrero de la reina. Así llegó al castillo y entró en él, y escuchó decir a las damas de honor:

-Reina, reina. ¡Que hermosa es la pajarita que tiene vuestra majestad en su sombrero!

La reina muy contenta se sacó el sombrero y quiso apresar a la pajarita para verla mejor. Pero la pajarita de papel echó a volar, y voló de uno en otro, por todos los corredores del palacio, buscando la princesa para entregarle el mensaje de Juan Luis.

Y entre las salas y los salones, la pajarita llegó al dormitorio del rey.

Aunque era muy temprano, el rey estaba despierto. Y muy triste también. Porque se había escapado el canario blanco que todas las mañanas le daba, cantando, los buenos días.

Cuando entró la pajarita, las lágrimas del rey mojaban ya la alfombra. La pajarita de papel se compadeció del rey, se posó en su hombro y le preguntó:

-Rey, ¿por qué lloras?

-No tengo quien cante para mí -lloriqueó el rey.

-Yo te cantaré -dijo la pajarita. Y con su pico de papel gorjeó y gorjeó tan bien y mejor, mucho mejor aún, que el canario del rey.

Entonces el rey dejó de llorar y exclamó:

-Esta pajarita es lo más maravilloso que hay en mi reino.

Y para estar bien seguro llamó a la reina para consultarla.

-Si. No hay nada más maravilloso que esta pajarita -dijo la reina, que había reconocido a la pajarita de su sombrero. Pero para estar más seguro, se lo preguntó al gran general.

-Claro que no hay nada mas maravilloso que una pajarita de papel -dijo el general, pensando en la pajarita que se había posado en su escopeta.

Y la reina, el rey y el general, mandaron a buscar a Juan Luis. Y cuando Juan Luis estuvo ante el castillo, le preguntaron:

-¿Fuiste tu quién hizo la pajarita blanca?

-Era una carta para la princesa -contestó Juan Luis, un poco asustado.

-Entonces se la leerás mañana -exclamó el rey-, porque hoy te casarás con ella. Has creado lo más maravilloso de mi reino.

La princesa, transportada de felicidad, se puso su velo de tul. Y sobre el velo, una corona de azahar. y sobre la corona de azahar, la pajarita de papel, bien sujeta con un prendedor, para que no se volara, sino que se quedara siempre con ella y con Juan Luis.

DeCuentos de Polidoro. Narración de Yali. Centro de América Latina.